En su carta a los gálatas, Pablo expresa su preocupación por individuos que intentan engañar a los creyentes. Estas personas son descritas como celosas, lo que significa que son fervientes y ansiosas en sus esfuerzos por ganar a los gálatas. Sin embargo, sus intenciones no son para el bien de la comunidad. En cambio, buscan crear división entre los gálatas y Pablo, quien ha sido un maestro fiel del evangelio. Al alienarlos de Pablo, estos individuos esperan redirigir el entusiasmo y la lealtad de los gálatas hacia ellos y sus propias enseñanzas.
El mensaje de Pablo sirve como una advertencia para ser cautelosos con aquellos que pueden parecer apasionados y convincentes, pero cuyos motivos son egoístas. Él insta a los gálatas a permanecer firmes en las verdaderas enseñanzas de Cristo y a no dejarse influenciar por quienes buscan manipular su fe para beneficio personal. Este versículo resalta la importancia del discernimiento y la necesidad de permanecer anclados en la verdad del evangelio, recordando a los creyentes que evalúen las intenciones detrás de los mensajes que reciben.