En este momento, Dios está hablando con Abraham, reafirmando una promesa que parecía imposible: que Sara, a pesar de su avanzada edad, tendría un hijo. La pregunta, "¿Hay para Dios alguna cosa difícil?", es un recordatorio poderoso de la omnipotencia de Dios y su capacidad para lograr lo que parece imposible a los ojos humanos. Este desafío invita a los creyentes a confiar en las promesas de Dios y en su tiempo, incluso cuando las circunstancias parecen insuperables. Este evento es crucial en la narrativa bíblica, ya que prepara el camino para el nacimiento de Isaac, a través del cual se continuaría el pacto de Dios con Abraham. La promesa de un hijo a Abraham y Sara, a pesar de su edad avanzada, subraya el tema de la fe y la intervención divina. Invita a los creyentes a reflexionar sobre sus propias vidas y considerar dónde necesitan confiar en el poder y el tiempo de Dios. La pregunta retórica de Dios fomenta un cambio de perspectiva, instando a los creyentes a ver más allá de sus limitaciones y confiar en su poder ilimitado. Este versículo es un testimonio de la fidelidad de Dios y su capacidad para llevar a cabo sus planes, independientemente de las limitaciones humanas.
¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, según el tiempo de la vida; y Sara tendrá un hijo.
Génesis 18:14
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