En este momento, José se dirige a sus hermanos que lo vendieron como esclavo. Les revela que la hambruna que están experimentando es parte de un período de siete años de dificultades. Después de haber soportado ya dos años, la tierra enfrenta otros cinco años sin la posibilidad de arar o cosechar. Las palabras de José subrayan la gravedad de la situación, pero también destacan el cuidado providencial de Dios. A través de la posición de José en Egipto, Dios ha proporcionado un medio para preservar la vida durante esta crisis. Esta narrativa demuestra cómo Dios puede transformar el sufrimiento y la traición en oportunidades de redención y salvación. El viaje de José, de un pozo a un palacio, es un testimonio de la capacidad de Dios para orquestar eventos con un propósito mayor, recordando a los creyentes la importancia de la fe y la confianza en el plan general de Dios, incluso cuando las circunstancias inmediatas parecen desesperadas.
La historia de José es un poderoso ejemplo de perdón y reconciliación. A pesar de las injusticias que sufrió, ve la mano de Dios en los eventos que se han desarrollado, lo que le permite perdonar a sus hermanos y proveer para ellos. Este pasaje anima a los creyentes a mirar más allá de las dificultades inmediatas y confiar en el plan de Dios, sabiendo que Él puede sacar bien incluso de las situaciones más difíciles.