El quincuagésimo sexto capítulo de Isaías es un llamado a la inclusión y a la justicia. El profeta enfatiza que la salvación de Dios está disponible no solo para Israel, sino también para los extranjeros que se unen a Su pueblo. Isaías destaca la importancia de la adoración genuina y la justicia, recordando que Dios acepta a todos los que buscan Su rostro. Este capítulo es un poderoso testimonio de la universalidad del mensaje de salvación y la invitación a todos a participar en la comunidad de fe. La promesa de que Dios escuchará las oraciones de aquellos que se acercan a Él es un mensaje de esperanza que resuena en el corazón de los creyentes. La inclusión de los extranjeros es un recordatorio de que el amor de Dios trasciende fronteras y culturas.
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