Elifaz, en su respuesta a Job, lo acusa directamente de ser culpable de pecado y sugiere que su sufrimiento es el resultado de su maldad. Insiste en que Job debe arrepentirse para restaurar su vida y recuperar las bendiciones que ha perdido. Este capítulo resalta la postura rígida de Elifaz y su incapacidad para comprender la complejidad del sufrimiento de Job. Aunque sus intenciones pueden ser de consuelo, sus palabras son hirientes y simplistas, lo que refleja la dificultad de ofrecer apoyo en medio del dolor ajeno. La insistencia de Elifaz en la culpabilidad de Job plantea preguntas sobre la naturaleza del sufrimiento y la justicia de Dios.
Job capítulo 22
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