Se insta a los creyentes a recordar las enseñanzas y advertencias que los apóstoles de Jesucristo proporcionaron. Este llamado a la memoria es crucial, especialmente en tiempos de incertidumbre o cuando se enfrentan a enseñanzas erróneas. Los apóstoles, quienes fueron seguidores cercanos de Jesús, transmitieron verdades esenciales y perspectivas proféticas que son fundamentales para la fe cristiana. Al recordar estas enseñanzas, se les recuerda a los cristianos que deben mantenerse fieles a los principios centrales de su fe y estar atentos a cualquier desviación de la verdad.
Este pasaje subraya la importancia de la tradición apostólica como una luz guía para los creyentes. Las enseñanzas de los apóstoles sirven como una fuente confiable de sabiduría y dirección, ayudando a los cristianos a navegar las complejidades de la vida con confianza y claridad. En un mundo donde diversas voces e ideologías compiten por la atención, recordar el mensaje apostólico ayuda a los creyentes a discernir la verdad de la falsedad y a permanecer anclados en su fe. Este recuerdo no es solo un ejercicio mental, sino un llamado a vivir las enseñanzas en la vida diaria, asegurando que la fe se mantenga vibrante y auténtica.