Este versículo enfatiza la naturaleza divina de la obra de Dios y su impacto en quienes la presencian. La frase "por el Señor es esto hecho" subraya que las acciones referidas son de origen divino, no resultado del esfuerzo humano. Esto nos recuerda la soberanía de Dios y Su capacidad para generar resultados que superan la habilidad humana. La palabra "maravilloso" indica que estas acciones inspiran asombro, sugiriendo que son no solo inesperadas, sino también bellas y transformadoras.
Este versículo invita a los creyentes a abrir los ojos a las maravillas de la obra de Dios en sus vidas y en el mundo que les rodea. Fomenta una actitud de gratitud y reverencia, reconociendo que los caminos de Dios son más altos que los nuestros. Al reconocer las maravillas que Dios realiza, se nos recuerda Su presencia y poder, que pueden traer cambio y esperanza incluso en las circunstancias más desafiantes. Esta perspectiva cultiva una confianza más profunda en el plan de Dios y una apreciación por el misterio y la belleza de Sus acciones divinas.