El capítulo 14 comienza con la trágica noticia de la muerte de Juan el Bautista, quien fue decapitado por orden de Herodes. Este evento marca un punto de inflexión en el ministerio de Jesús, quien se retira a un lugar desierto para reflexionar. Sin embargo, las multitudes lo siguen, y Jesús, movido a compasión, sana a los enfermos. El día avanza y los discípulos sugieren despedir a la multitud para que puedan buscar comida. En un acto milagroso, Jesús toma cinco panes y dos peces, los bendice y alimenta a cinco mil hombres, además de mujeres y niños. Este milagro no solo demuestra el poder de Jesús sobre la naturaleza, sino que también simboliza su provisión espiritual. Este capítulo resalta la compasión de Jesús y su capacidad para satisfacer tanto las necesidades físicas como las espirituales.
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