El libro de Números comienza con un censo de la comunidad israelita mientras se preparan para su viaje hacia la Tierra Prometida. Este versículo se refiere específicamente a la tribu de Manasés, una de las tribus descendientes de José. El censo fue una medida práctica para organizar a la comunidad tanto para fines militares como sociales. Cada hombre mayor de veinte años fue contado, enfatizando la disposición y responsabilidad de la comunidad para defenderse y mantener el orden.
Este esfuerzo organizativo refleja un principio espiritual más amplio de estar preparados y unidos en propósito. Resalta la importancia de reconocer la contribución de cada persona a la comunidad, asegurando que todos sean tomados en cuenta y valorados. Esta preparación fue crucial para los israelitas mientras enfrentaban las incertidumbres del viaje por el desierto, enseñándonos sobre la importancia de la comunidad, la responsabilidad y la disposición en nuestras propias vidas.