En este pasaje, Dios aborda la forma en que se comunica con Sus profetas. Deja claro que cuando elige a un profeta, se revela a través de visiones y sueños. Este método de comunicación es significativo porque muestra la relación íntima entre Dios y Sus profetas. Las visiones y los sueños son herramientas poderosas que Dios utiliza para transmitir Sus mensajes, a menudo proporcionando orientación, advertencias o revelaciones sobre eventos futuros.
El contexto de este versículo es un momento en que Dios está afirmando la autoridad y el papel de Sus profetas. Sirve como un recordatorio de que las formas de comunicación de Dios no se limitan a la voz audible, sino que incluyen formas más místicas y simbólicas. Este pasaje anima a los creyentes a estar abiertos a las diversas maneras en que Dios podría elegir hablar, ya sea a través de las Escrituras, la oración o incluso sueños y visiones. También enfatiza la importancia del discernimiento y la fidelidad al interpretar y actuar según estos mensajes divinos. El versículo nos asegura que Dios está activamente involucrado en guiar a Su pueblo y que Sus mensajes están destinados a acercarnos más a Su voluntad.