En esta parte de su carta a los romanos, Pablo discute la justicia que proviene de la fe. Utiliza preguntas retóricas para enfatizar que la salvación no se trata de esfuerzos humanos o tareas extraordinarias. La frase "¿Quién descenderá al abismo?" se refiere a la idea de ir al reino de los muertos, lo cual es una tarea imposible para los humanos. Pablo está señalando que Cristo ya ha llevado a cabo la obra de salvación a través de Su muerte y resurrección. Los creyentes no necesitan traer a Cristo de entre los muertos porque Él ya ha resucitado. Esto subraya la suficiencia de la obra de Cristo y la accesibilidad de la salvación a través de la fe. Al usar estas preguntas retóricas, Pablo ilustra que el mensaje de la salvación está cerca y es accesible para todos. No se trata de realizar hazañas imposibles, sino de creer en el corazón y confesar con la boca que Jesús es el Señor. Este pasaje asegura a los cristianos que la gracia de Dios está disponible y que la salvación es un regalo que no requiere un esfuerzo humano extraordinario.
¿O quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de los muertos.)
Romanos 10:7
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