El décimo capítulo de Romanos enfatiza que la salvación es accesible a todos, tanto judíos como gentiles. Pablo declara que si confesamos con nuestra boca que Jesús es Señor y creemos en nuestro corazón que Dios lo levantó de los muertos, seremos salvos. Este capítulo destaca la importancia de la fe y la proclamación del evangelio. Pablo explica que la fe viene por el oír, y el oír, por la Palabra de Cristo. La necesidad de llevar el mensaje de salvación a todos los rincones del mundo es un llamado urgente que resuena a lo largo de este pasaje. La inclusión de los gentiles en el plan de salvación de Dios es un tema central, mostrando que el amor de Dios no tiene fronteras y que todos son invitados a experimentar Su gracia.
Romanos capítulo 10
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