Pablo aborda un cambio profundo en la comprensión de la justicia. Los gentiles, que no formaban parte de la ley y la tradición judía, han encontrado la justicia a través de la fe en Jesucristo. Esto fue inesperado, ya que no estaban buscando activamente la justicia a través de la ley, como lo hacían los judíos. En cambio, abrazaron el mensaje del Evangelio y fueron justificados por la fe. Esto resalta la naturaleza inclusiva del plan de salvación de Dios, que está disponible para todos, independientemente de su trasfondo religioso previo o de sus esfuerzos por adherirse a la ley.
El versículo enfatiza que la justicia no se logra por esfuerzo humano o por seguir la ley, sino a través de la fe en Cristo. Esto desafía la creencia judía tradicional de que la justicia se alcanzaba mediante la ley y subraya el nuevo pacto establecido a través de Jesús. Invita a los creyentes a entender que la fe, más que las obras, es la clave para la justicia. Este mensaje es una piedra angular de la creencia cristiana, enfatizando la gracia y la fe sobre la adherencia legalista a las reglas religiosas.