Naomi, una viuda que había perdido a su esposo y a sus hijos, decidió regresar a su tierra natal de Belén tras enterarse de que el Señor había provisto alimento para su pueblo allí. Sus nueras, Orfa y Rut, inicialmente la acompañaron. Sin embargo, Naomi las instó a regresar a las casas de sus propias madres, con la esperanza de que encontraran nuevos esposos y felicidad. Orfa finalmente aceptó y regresó, pero Rut se aferró a Naomi, expresando su profunda lealtad y compromiso con las famosas palabras: "Donde tú vayas, yo iré; donde tú habites, yo habitaré." Al reconocer la firme determinación de Rut, Naomi dejó de intentar persuadirla. Este momento es significativo, ya que subraya los temas de lealtad, amor y fidelidad que permea el libro de Rut. La elección de Rut de quedarse con Naomi, a pesar de la incertidumbre y las posibles dificultades, es un testimonio de su carácter y la fuerza de su vínculo con Naomi. Sirve como un recordatorio inspirador del poder del compromiso y las bendiciones que pueden surgir del amor desinteresado y la dedicación hacia los demás.
Cuando vio Noemí que estaba resuelta a ir con ella, no la buscó más.
Rut 1:18
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