En este pasaje, Tobit instruye a su hijo Tobías para que se asegure de que su compañero, quien les ha ayudado en su viaje, sea compensado de manera justa. Esto refleja un principio de justicia y generosidad, que es un tema recurrente en muchas enseñanzas religiosas y éticas. La importancia radica en reconocer los esfuerzos y contribuciones de los demás y garantizar que sean recompensados adecuadamente. Este acto de justicia no solo se trata de cumplir con una obligación, sino también de expresar gratitud y respeto por el trabajo realizado por otros.
El contexto de la historia involucra un viaje que Tobías emprende, asistido por un compañero que juega un papel crucial en su éxito. La instrucción de Tobit de añadir algo extra al salario acordado resalta la importancia de ir más allá de la mera obligación, sugiriendo que la generosidad es una virtud que enriquece tanto al que da como al que recibe. Esta enseñanza nos invita a reflexionar sobre cómo tratamos a aquellos que nos asisten en nuestras propias vidas, instándonos a actuar con integridad, equidad y un espíritu de agradecimiento.