Zacarías habla de un tiempo futuro en el que se espera que todas las naciones vengan a Jerusalén para adorar al Señor de los ejércitos. Esta visión profética subraya el reinado universal de Dios y la importancia de reconocer Su soberanía. La ausencia de lluvia para aquellos que no adoran significa una retirada del favor y la provisión divina. En tiempos antiguos, la lluvia era crucial para la agricultura y la supervivencia, simbolizando las bendiciones y el sustento de Dios. Así, el versículo ilustra el principio espiritual de que honrar a Dios conduce a recibir Sus bendiciones. También refleja la idea de que la adoración no es solo un acto personal, sino una responsabilidad comunal y global. Al llamar a todas las naciones a adorar, el versículo enfatiza la unidad y el reconocimiento colectivo de la autoridad de Dios. Este mensaje anima a los creyentes a priorizar la adoración y reconocer su impacto en sus vidas y comunidades. Es un recordatorio de que la devoción espiritual es integral para experimentar la provisión y la gracia de Dios.
Y acontecerá que los que no subieren a adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no recibirán lluvia.
Zacarías 14:17
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