El capítulo 9 es un poderoso testimonio de la oración y el arrepentimiento. Daniel, al darse cuenta de que el tiempo de la cautividad de su pueblo está llegando a su fin, se dirige a Dios en oración, confesando los pecados de Israel y pidiendo la restauración de Jerusalén. En respuesta a su ferviente súplica, el ángel Gabriel es enviado para revelarle la profecía de las setenta semanas. Esta profecía es crucial, ya que establece un cronograma para la venida del Mesías y el futuro de Jerusalén. Gabriel explica que después de sesenta y dos semanas, el Mesías será cortado, pero no por sí mismo. Este capítulo es fundamental para la comprensión de la redención y el plan de Dios para su pueblo, mostrando que la oración sincera puede traer respuestas divinas y revelaciones profundas sobre el futuro.
Daniel capítulo 9
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