En este pasaje, Dios instruye a Moisés para que los israelitas acampen junto al mar, cerca de Pi Hahiroth, entre Migdol y Baal Zephon. Esta ubicación estratégica puede parecer contraintuitiva, ya que deja a los israelitas aparentemente atrapados entre el ejército egipcio en avance y el Mar Rojo. Sin embargo, esto es un diseño divino para una de las manifestaciones más dramáticas del poder y la fidelidad de Dios. Al dirigirlos a este lugar, Dios está orquestando una situación donde Su liberación será inconfundible y Su gloria, innegable. Esto nos enseña sobre la naturaleza de la guía divina, que puede no alinearse siempre con el razonamiento humano, pero siempre tiene un propósito. La obediencia de los israelitas a las instrucciones de Dios, a pesar del peligro aparente, es un testimonio de su fe en crecimiento. También sirve como un recordatorio de que los planes de Dios a menudo implican adentrarse en lo desconocido, confiando en que Él proporcionará un camino incluso cuando parezca imposible. Este pasaje anima a los creyentes a confiar en la soberanía de Dios y en Su capacidad para convertir situaciones aparentemente desesperadas en oportunidades para Su gloria.
Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar, delante de Baal-zefón; frente a él acamparéis junto al mar.
Éxodo 14:2
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