La solicitud del faraón de ser liberado de la plaga de ranas es respondida con la garantía de Moisés de que sucederá como se pidió, "mañana". Este intercambio es fundamental para demostrar el poder y la autoridad de Dios. Al especificar el momento, Moisés no solo está atendiendo la solicitud del faraón, sino que también está preparando el escenario para una clara demostración de la soberanía de Dios. La frase "para que sepas que no hay como Jehová nuestro Dios" es una declaración profunda sobre la unicidad y supremacía de Dios. En el contexto de las plagas, cada acto desafía a los dioses egipcios y afirma el dominio del Señor sobre toda la creación. Este pasaje invita a los creyentes a reflexionar sobre la naturaleza del poder de Dios y su capacidad para intervenir en los asuntos humanos. También fomenta la confianza en el tiempo de Dios, recordándonos que sus planes son intencionales y revelan su gloria. La interacción entre Moisés y el faraón es un testimonio de la importancia de la fe y la obediencia, así como del reconocimiento de la presencia activa de Dios en el mundo.
Y él dijo: Mañana. Y dijo: Conforme a tu palabra, para que sepas que no hay como Jehová nuestro Dios.
Éxodo 8:10
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