En este versículo, los profetas de Israel son comparados con chacales, criaturas que vagan entre las ruinas y que a menudo son vistas como carroñeras oportunistas. Esta metáfora resalta el fracaso de estos profetas para proporcionar una guía y apoyo genuinos al pueblo. En lugar de ser líderes que fortalezcan y protejan a la comunidad, se les representa como quienes se aprovechan de las vulnerabilidades de la gente, contribuyendo a la decadencia espiritual y moral de la sociedad.
La imagen de chacales entre ruinas sugiere una escena de desolación y abandono, donde los profetas están más preocupados por sus propios intereses que por el bienestar de la comunidad. Este mensaje sirve como una advertencia para los fieles, enfatizando la importancia de buscar verdaderos y fieles líderes espirituales que se alineen con la voluntad de Dios. Se anima a los creyentes a ser discernientes y a buscar una guía que promueva la sanación, la restauración y la edificación de la comunidad, en lugar de contribuir a su caída.