El Evangelio de Marcos comienza con una poderosa declaración sobre la buena noticia relacionada con Jesucristo, enfatizando su identidad como el Mesías y el Hijo de Dios. Esta introducción no es solo un preludio, sino una afirmación profunda sobre el propósito y contenido del Evangelio. Señala el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento y la llegada del reino de Dios a través de Jesús. Al llamar a Jesús el Mesías, Marcos afirma que Él es el ungido enviado para liberar y redimir a la humanidad. El título 'Hijo de Dios' destaca la naturaleza divina de Jesús, diferenciándolo de cualquier otro profeta o maestro.
Esta línea de apertura invita a los lectores a una narrativa que revelará la vida, el ministerio, la muerte y la resurrección de Jesús. Es un llamado a ser testigos del despliegue del plan de Dios para la salvación a través de Cristo. El término 'buena noticia' o 'evangelio' es central en la fe cristiana, representando el mensaje de esperanza, redención y vida eterna. El Evangelio de Marcos está estructurado en torno a este mensaje, con el objetivo de inspirar fe y compromiso entre sus lectores. Este versículo sirve como un recordatorio del profundo impacto de la vida de Jesús y el poder transformador de sus enseñanzas.