El capítulo 28 culmina con la gloriosa resurrección de Jesús, un evento central en la fe cristiana. Al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María llegan al sepulcro y encuentran la piedra removida. Un ángel les anuncia que Jesús ha resucitado, invitándolas a ver el lugar donde fue puesto. La noticia de la resurrección se convierte en un mensaje de esperanza y victoria sobre la muerte. Más tarde, Jesús se aparece a sus discípulos, reafirmando su autoridad y dándoles la gran comisión: ir y hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles a guardar todo lo que Él ha mandado. Este capítulo resalta la misión de la iglesia y la promesa de la presencia continua de Jesús con sus seguidores. La resurrección no solo valida la identidad de Jesús como el Hijo de Dios, sino que también ofrece la esperanza de vida eterna a todos los creyentes.
Descubre cómo FaithAI está transformando vidas
Miles de usuarios están experimentando un crecimiento espiritual diario y una conexión renovada con Dios.